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Mostrando las entradas de marzo, 2011

Simplemente, nunca.

Por que una cosa es no tenerte, Y otra, muy distinta, es saberte irrecuperable. Por que es posible que hoy no vengas, pero es insoportable no encontrarte. Por que no es lo que deja de pasar en tu ausencia, es lo que pasa en la certeza, de que hoy puede ser simplemente, nunca.

Casi nada

Enroscar la columna vertebral Sangrar los dientes Chirriar las piernas Entablillar el cuero Martillar los dedos Ahogar los ojos Persignar la espalda Abrazar los cardos Nadar en hielo Cremar las ansias Perder la vergüenza Decirte / adiós.

Nada es poco es todo

Nada que supongas tibio Nada que te sientas cerca Nada que amerite labios Nada que no tenga tierra Poco que no dañe el vicio Poco que se cubra a tiempo Poco que no manche manos Poco que no engendre vientos Todo que no importa mañana Todo que no siento odio Todo que esta cura es fría Todo que este vino es poco Poco que parece nada Nada que, no estas, es todo.

Bajo los espectros, tu camafeo

En las noches, bajo los espectros (desbandados) de los sincorazón, reside una extraña maldición:  partículas de perfume de tu piel, flotan indetectables. Eso basta para encenderlos, en la hogera del olvido.  Y entre las cenizas encontrar, tu camafeo.

Las 2 AM y el sereno

las 2 AM y el silencio de los huesos y las naves que no avanzan ni en figuras de papeles, ni de harina, ni de carne, ni de ti las 2 AM y el labio mordido de los restos y las frutas con perfume a no recuerdo de tus ojos el adentro el contorno, el decir las 2 AM y ladridos de fantasmas y de muertos por efecto del ombligo radiactivo de las noches retroactivas, de rojo, de mucho, de nosotros, de tus ansiares, y de aquí las 2 AM y el sereno mortecino, sacudiendo las columnas, de esta casa entrefrágil y temerosa de nunca vuelvas no te mires no regales no te entregues a lo que hoy tiene fin

La borra de tus uñas

Si supieras que  en la mañana el café no es sino un tibio recuerdo de anoche y la borra de tus uñas Si supieras que al mediodía el agua es apenas un reflejo austero del hasta pronto que olvidaste Si tuvieras valor para de tarde temprana asumir el rol de domadora de las bestias que creaste sin mayor alquimia que el roce de tus labios Si supieras que cuando el sol cae aplasta y nada hay que aliviane el calor y la presión de lo que no queremos ser