Hay una mañana invariable, dormida rosa y naranja hay un sabor a vos en mis pies que es el sabor del camino del humo del cigarro de la noche de otoño cálida y solitaria hay un perro que ladra lejos, escapando de nosotros con un vino en la boca y un destino de espinas hay un par de pibes que lloran desgarrándose quitándose las ropas hay dos policías que se besan mordiéndose los labios bajo el fuego de los inocentes hay un camino bajo el agua hirviendo sirviéndose de las nueces de las mañanas de las flores no entregadas hay una mesa que ríe insoportablemente al frente del escenario que no pudimos soportar hay mucha música que nos pertenece que nos pare que nos enjuga y hoy canta a los gritos en silencio con sangre en los labios hay una Andalucía que nos tuvo y un mediterráneo que nos hizo el amor ciego, borracho, ajeno a nuestro regreso hay suelos que sueñan suelos hay sueños que suelan sueños hay reproches, remaches y remansos hay carnes al fuego con sábados en las uñas hay viajes d