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Mostrando las entradas de abril, 2023

Ñuelopa

hueco / en todo lo que te nombra nombre / que se ahueca por los miedos cielo que baja y va en ronda / ronda donde  arden los ciegos /  y el desvelo / hueco / el perdón no tiene piso tiene un huir de terciopelo / suave / en el hueco hay una alfombra sangra / una letra y un pañuelo

Credo (preliminar e incompleto)

Creo en la espontaneidad de las mañanas y en los que suben al colectivo peinados con sonrisas  o munidos de ampulosas tristezas que hasta escupen fragmentos de nocturnos o  valses  o tangos. Creo que la tristeza merece su justo lugar. Nada de no debo llorar. Échese un buen llanto péguese un buen encerrón disfrute de su inhumanidad su falta de apetito y su incapacidad de conectarse con algún recuerdo útil por algunos días. La felicidad es igual de pasajera y nadie le pide carné de entrada.  Creo en aquellos que se presentan  diciendo: "no tengas demasiadas expectativas estoy intentando librarme de mí mismo con absoluto fracaso." Creo que nunca o muy poco suelo estar donde me buscan ni responder de acuerdo a las expectativas ni oler perfume donde debería  mucho menos agacharme  a recoger lo que se les cae a las señoras de sombrero y carteras y vestidos con flores grandes. Y no pienses que es involuntario o que la culpa es de otro o que no inicié el incendio. Fui con todo éxito

En Mil

que te partas en mil que te rompas en cien que te dividas en diez que te abras en dos que te perdones en una que te quedes en vos que no sea yo quien te haga  cero

Salir a jugar

Hay una mañana invariable, dormida rosa y naranja hay un sabor a vos  en mis pies que es el sabor del camino del humo del cigarro de la noche de otoño cálida y solitaria hay un perro que ladra lejos, escapando de nosotros con un vino en la boca y un destino de espinas hay un par de pibes que lloran desgarrándose quitándose las ropas hay dos policías que se besan  mordiéndose los labios bajo el fuego de los inocentes hay un camino bajo el agua hirviendo sirviéndose de las nueces de las mañanas de las flores no entregadas hay una mesa que ríe  insoportablemente  al frente del escenario que no pudimos soportar hay mucha música que nos pertenece que nos pare que nos enjuga y hoy canta a los gritos en silencio con sangre en los labios hay una Andalucía que nos tuvo y un mediterráneo que nos hizo el amor ciego, borracho, ajeno a nuestro regreso hay suelos que sueñan suelos hay sueños que suelan sueños hay reproches, remaches y remansos hay carnes al fuego con sábados en las uñas hay viajes d