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Mostrando las entradas de abril, 2011

Dos indiferentes globos

(Mis ojos son sólo eso. Dos circunferentes mudos colgando apenas del cerebro.) Tímidos en afuera Reservados en adentro Tienen mis ojos, amor,  Un secreto que no entiendo Un secreto que tu voz les anda contando como un cuento a mis ojos, los tan tuyos, a los tuyos, mis intentos Esa voz apenas dice que ni tan cerca, ni tan lejos hay un campo de amapolas de rubíes y de inciensos (Pero mis ojos son sólo eso. Dos indiferentes bobos  pendiendo apenas del cerebro.) Y se empeñan, y se estiran para entender lo suculento de tu cuento, de tu abrazo de la batalla del invierno. Pero nada mis ojos, nada de tu premio no se enteran vacilan en abrirse enteros como huevos, como peras. El vino dulce tardío no se compra con monedas se obtiene con perlas de labios o con labios llenos de perlas Y ese vino es el que trae tu obstinado cuento en tenue voz que a palmadas me revela no es de papel, es de amor. Pero mis ojos son sólo eso. Dos incapaces globos 

Cuando te besas (al espejo)

Podría  cambiar los peces santos de mi leche bendita Podría rociar con fuego gélido tu espíritu combustible Podría  lamerme los labios de agua cuando te besas al espejo Podría ser uno mas que se disuelve cuando desapareces sin trazo Podría  reclamarte cintura cuando me abrazo al vapor de tu partida Podría  manejar camino a tu cuello cuando te sientas a esperar los fantasmas (en mi espalda) Pero nunca, absolutamente nunca, podría entregarme vencido a la revolución de tus ojos.

Remaches a tus labios

Besos de luna, besos de ausencia, besos de noverte, besos de bronca, besos de a montones, besos de incertidumbre, besos esperanzados, besos con remaches a tus labios, besos contra remito, besos sinfin, besos interrumpidos, besos entre malas palabras, besos en las entrañas, besos con café y cognac, besos con cigarrillos viejos, besos con perfume a lluvia, besos con bordes carnosos, besos con tristes derivaciones, besos con ciertas pretensiones, besos con caminos cortos, besos rompehuesos, besos fraternales, besos en la mejilla, besos en la orilla, besos en el vientre, besos de mañana,  besos para guardar, besos para cuando noesté, besos de nolvidar.

No Incendies

No hagas de las nubes los globos las velas los besos de adios No vistas de olvido las noches las lunas las tejas de tus ojos No incendies las trazas las casas los pasos los otoños de tu voz No sigas los brazos los vientos las voces las cuerdas del calor No claudiques las horas los sueños las pieles los cuentos de tu amor.

Tanto menos

Prefiero dormir en tus alas de carne noble de salado sudor gentil horno póstumo de mis mejillas sinuoso camino de lo imprevisto abrazo del innombrable mirada de reojo del infierno lengua áspera y abrigada a escribir lo que me cuesta tanto menos practicar.

Nomeiré

Kiosco de carne quermese de silencio saltos al mar caminos de hielo piel de cocodrilo lana de vidrio cara de animal corazón de tierra huesos de cuero manos de madera baldosas de sangre uñas de madera frutos de vidrio sexo de alcohol obscuridad de ceguera noches de antifaces cuerdas de corazón zapatos de pestañas lágrimas de esponja sol de ombligo risas de naranja vientos de azufre venas de alambre anhelos de talco árboles de aquitespero ríos de ausencia sueños de cuandoestés ilusiones de que no quemes el celofán  un tanto endeble que da brillo a nuestro nomeiré.

Lo que quede de tu lengua

Cuando el norte No te arriba Cuando el sur No te ajusta Cuando la frontera De todo contacto Se desvanece Entre las pastillas de la memoria No sobra el café de mañana No alcanza el licor de medianoche No parte tu último vuelo No digieres aún el último bocado Cuando el venir te muestra escapando Cuando tu compañía Espera a los gritos Conviene izar velas Pronto, muy pronto El mar no será calmo Y lo que quede de tu lengua Será comida De algunos austeros Recuerdos gastados En las rodillas

Disuélvete

Quitate esas Malditas ganas Desarmate en Bocados Recórrete de mañana Que nadie allí Espera por ti Disuélvete En las manos de otros Dejate llevar A viajes sin puerto cierto Por que puertos ciertos Los hay montones Y nadie ofrece boletos A destinos Donde las tormentas Se desatan Cuando pones Tus ojos En ellos