Entonces aparecerán hordas de hombres que danzarán reventando los secretos con el viento del adiós enervado entre las patas patas con dientes para que la tierra los tuviese por eternidades agarrados como topos con piernas aunque, repentinamente con la pausa del sudor en los ojos llegarán sus fantasmas con tantas tetas y sueños que será todo una gran escena roja y naranja tan vivos que perfumarán el aire con lo ácido y lo dulce lo vitral y la hierbabuena mientras invitarán a los fantasmas al combate a ellos y sus tetas corporizando anhelos entregas tempranas destinos serrucho y no poco, mucho calor de un abrazo que se esconde, o huye o trae purulentos espacios donde la paz y la comprensión dejarán de anunciar a los gritos la ausencia del baile.
/ Un elefante ocupa mucho espacio /