Bitter Luna y el amor por las ausencias

Escapo/ corro/ miro/ atrás/ adentro/ vuelvo/ sueño/ respiro/ sudo y corro/ corro/ miro/ tránsito/ esquivo/ corro/ sueño/ miro/ agito/ pienso/ grito/ muero/ respiro/ miro mi muerte/ respiro/ no he muerto/ me digo/ canto/ estiro/ me tiro/ me veo/ espejo/ vidrio/ sueño/ respiro/ me veo/ de nuevo/ cayendo/ caigo/ en mi mismo/ vuelvo/ espero/ sigo/ no veo/ no siento/ lloro/ lloro/ lloro/ me seco/ me digo/ maldigo/ te veo/ mendigo/ me tiro/ me pego/ me cuento/ un tiro/ sueño/ despierto/ dormido/ tropiezo/ repto/ un libro/ me libro/ me veo/ contigo/ siento/ sentido/ dormido/ herido/ respiro/ no duermo/ no sigo/ no tengo/ no pido/ no vuelvo/ no miro/ me encierro/ me entierro/ me siento/ perdido/ dormido/ no veo/ el vestido/ tus manos/ amigos/ los veo/ no veo/ te miro/ no espero/ tu hilo/ no vuelvo/ no miro/ no vienes/ no espero/ no estás/ no importa/ me importa/ si importa/ no entiendo/ que hice/ conmigo.

La poesía /  no puede calmar / el dolor de los párpados / cansados ni adivinar / el corazón  áspero / rincón de los cardos / menos aún entender / el destino de sus tiros / de muerte. La poesía / apenas duerme / en las instancias de una imposible / revolución y se cubre / con las costras de la herida / del amor anterior / posterior anverso / reverso amor / siempre.

Salir a explotar/ entre las piedras/ contra la ciencia/ con las manos/ sangrientas de cuentos/ inciertos cuentos/ dejar que reviente/ el suelo que reviente/ y cante que las montañas/ usen caminos alternos /para llegar al cielo.   Dejar que las faldas/ tapen las rodillas/ pero nazcan en los tobillos/ y que la vuelta de la oreja/ sea más larga que la vuelta/ a casa de los vueltos.   Salir a beber/ de los vinos el liviano zumo/ de los dragones /buscarte en la mano sucia/ del pibe que empuja corazones/ por esto en las tardes te busco/ por esto cuando la tarde desespero/ por esto muero a partes y constancias Me arrincono con/ los muertos del deseo y te espero/ o espero a la sombra que/ augure tu presencia en este infierno/ color  será/ incierto.  

Nada pasa El mundo gira y los dientes crecen La ciencia descubre la cura definitiva para el mal de altura Y mientras las aves emigran, el agua erosiona las piedras Nada pasará Moriré y morirás y los gusanos bailarán cumbia dentro nuestro Los ascensores subirán y bajaran recto, como a menudo Y los cantores dirán las mismas cobardes canciones Nada pasó Fuimos un inconveniente atmosférico Un partido mal jugado Una rama que dio contra la pared del vecino Una pelota que no rodó en los anuncios de la piel del deseo No le crecerá el pelo a este recuerdo, ni suave ni crespo Nadie le tomará la mano en las tardes Ni le dará la teta cuando flaquee por la hiel de la rutina Nunca este recuerdo llamará a la radio pidiendo por Fuimos o My one and only love No tendrá cartas ni cortos ni mucho menos cortes para curar a caricias y vino tinto "Nada aquí pasó", dice el sereno, sotto voce mientras mira mis manos escribiendo y deja de hacerlo No volverá el sereno Tras él,

La miraba a los ojos con los ojos en los ojos y le decía esos ojos, esos ojos rojos, tan aguamarina, tan de profundidades y veía buzos, en los ojos rojos, los ojos mozos buzos que llevaban sirenas rojas, bellas, marinas de ojos verdes, aguamarina, tan de profundidades y se concentraba en esos ojos los otros, los rojos verdes, azules, tan azules, livianos flojos, los ojos rojos y ya no había buzos con sirenas rojas, bellas sino sirenas que sometían a leones rojos, los ojos, de los leones que se dejaban, por las sirenas y se comían a los buzos para que las sirenas desaparecieran rojas tan rojas tan azules, tan verdes, tan aguamarina los ojos cuando la miraba en los ojos a los ojos rojos de sirenas, de buzos, de leones la vida era aguamarina verde azul roja sinfín.

Salir a cortar las flores que se secan, chatas, olvidadas, entre los días, amoratadas entre los días, aplastadas por el amargo morder de las horas, aplastadas pero antes heridas, por el imperceptible caminar de la indiferencia, por los dientes, o por el sucio borde de la espalda. Es que hay espaldas que matan, que mueren, que duelen, que insisten en no volverse sobre sí mismas a mirar las hojas viejas o esas flores que se secan chatas, olvidadas, entre los días, amoratadas. Y las espaldas son hojas al fin que se escriben que se guardan que se prohíben que se niegan que se cortan. Salir a cortar las flores que se secan, no es andar de revoluciones; es correr despavorido por que el olvido te come los sueños; como cuando dices "tenía sueños, pero los olvidé" lo que no es igual a decir: "tengo sueño, voy a olvidarte" siendo esto lo más parecido a: "esta es mi espalda, y hoy no existes". Voy a salir a cortar las flores que se secan, y voy a enterrar mi espalda

No te inquietes La muerte tiene su propio método Sin elegías, sin velorios Donde te agarra te frota Con el veneno del Hastacá Sin balances No creas en ellos Los balances se acomodan Mienten por compasión No hay contrapeso, ni valuación Ni agua para mezclar Lo ya fútil del camino Lo insípido, lo relegado Lo brutal, lo negado La muerte te lamerá los pies Desde la planta Hasta la sien Y con la lengua raspará El confort acumulado Nada queda, todo es pasado No hay eternas noches Ni veranos Ni hermanos, que te salven Es importante que entiendas pronto Que no eres más que un inconveniente Una piedra en el zapato Una pústula bienoliente Que no ha hecho ni el menor Compromiso con el vecino Ni con el niño, ni con el sino Ni con cualquier necesidad Cuando aterrizas por fortuna Por coincidencia biológica La muerte no es más que una estampilla En una caja de madera Es que de ti nada queda Nada que valga para guardar No hay aromas No hay ladrillos No hay palabra en la memoria Ni triste pena ni dulc