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Mostrando las entradas de agosto, 2013

Como culo de muñeco

Tienes los pies perfectos suaves parejos color tímido de azafrán Tienes los ojos cristalinos esperanza camino a los montes de nunca dormir   Tienes aquello que me hace cenizas pero eres tan prolija en tu quemar tan mezquina  en el abrazo que estoy rodeado de cuervos y cubos dibujando un destino frío como culo  de muñeco. 

Trampa

Trampa es quebrar los cigarros y la hierba antes de la medianoche en la víspera gris mientras el líquido te estrangula y quita el aire de esperanza ese que tienes en la cara henchida de placer sabiendo que nadie te amó de esta manera y salir a la calle desnudo temiendo no entender nada acerca de los cordones que atan los cuerpos Trampa es fingir un incendio cuando apenas tienes un par de fósforos y los usas para encender el horno minúsculo del pasado ese que te condena y del cual no tengo la llave Trampa es decir lo que dices y no cantarlo como canción de despertar sino como susurro ronco para dormir bestias que prolijamente mantienes despiertas para que ataquen en cada anochecer como oda póstuma.  

El final y los santos

El final tiene colgado un mono de los bordes que ríe y llora al mismo tiempo mientras la lluvia y su lengua áspera de lamer Bukowski sangra en gotas de rocío gordas y somnolientas como uvas desoladas en el desierto del abandono El final se parece a tus palabras de ahora no importas o me gana el sueño o no te entiendo porque las viejas y los incendios y las catedrales de Roma o la capilla de Sayulita son espacios donde los santos se congregan a cantar arias de recuperación o canciones póstumas del amor que no nos dimos cada primer viernes de mes El final es tan negro, tan que le temen hasta los santos mas prudentes y lo bañan los ascetas más valientes con arena y barro del mar del abandono ese donde los amantes suelen dejarse ahogar para evitar ser devueltos por la marea cuando el oleaje tiende a descubrir los asesinatos impunes del desamor El final es tan simple sin palabras ni poesía ni perfume a calas o jarilla y lavanda que un día ocurre y los que ansiaban que ocurriera y que

Debes saberlo, mi muerte

Mi muerte / debes saberlo es un aviso en el diario de ayer / cuando tu evanescencia se vuelve piedra/ puño/ mar En las noches, casi siempre Sin monstruos / es que nunca son necesarios / ya que eres tu propio pueblo de monstruos que acarician / de día y golpean / de noche Tienes tantos y tan poderosos que casi / han terminado conmigo aún cuando mi resistencia / grita * sin paraguas / y con las manos en el derrumbe * eres única / la que nunca / mi esmeralda bienvenir / la melodía que he de bailar / entre los dedos de los niños / azules.  

Tan ella (pequeños mensajes / mensajitos)

- Lo que deberíamos hacer es no exigirnos tanta presencia, permanente Carla miraba el piso. Quería llorar, pero no entendía claramente desde dónde nacía esa humedad. Cuál era el epicentro. - Entendeme Carla, es por los dos. Probemos. No nos ahoguemos tanto. Yo también quiero verte casi todo el tiempo. El "casi" era poco más que una declaración de desamor en este momento. Es que Carla, quería verlo todo el tiempo. No había momentos de casi. Eran momentos de todo. Todo el tiempo. - En serio, no lo tomes mal. Esto es como la oferta y la demanda. Nada escapa a las leyes esenciales de los últimos 200 años. Si nos mostramos entre nosotros de oferta todo el tiempo, no nos da ganas de consumirnos. Carla masticaba una bronca inexplicable. ¿Cómo podía este hijo de puta entender la relación bajo las leyes de la economía moderna post-muro de Berlín? - Mirá Negro, - intentó - entiendo todo. - No, no entendés. Por el tono no entendés. - Ahora sos intérprete de tonos. - No seas cínica, est

Microfuturo

Duerme el borracho la siesta copera en las tierras del yaestarde. Ahora van a salir los notables a la esquina con sables y armaduras y pinzas / bolas / espinas a cantar marchas victoriosas de sangre en los ojos / en los dedos / en los ayeres. Y el niño dirá desde el árbol mirando fijo al beodo que no despierta / no te hagas el dormido si es que te haces si es que duermes si es que eres el que eres esfúmate de la piel ahora antes que los sanos de compasión pisoteen con sus pesadas certezas tu incierto microfuturo / tan plácido / tan serpiente de agua.  

Mied

miedo, dijiste entre los autos y las capas algunas, de superhéroes las otras, de conciencia herida miedo, insististe y la luna, cobarde cayó en terrones sobre el mapa de tu rostro, tan amoratado por los últimos golpes y el calendario inhóspito cruel, insensato miedo, y el líquido caía de tus hombros sin redes sin versos esponja y te ahogabas, los lobos dormían contemplativos con ojos tristes mientras esperaban que te repusieras para atacar y que te defiendas sin miedo, dijiste entonces el universo arrancó el día