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Mostrando las entradas de septiembre, 2011

Fantasmas vestidos de Dios

¿Así que piensas que tienes respuesta /a los escondites que florecen durante la caída libre? ¿Tienes la suficiencia para pretender /siquiera sospechar, las respuestas sanguíneas a cada latido /Irregular, arrítmico, decolorado, astringente? ¿Crees entender la complejidad de las pulsiones nocturnas? ¿Pretendes poner en palabras lo que el silencio puede apenas balbucear? Pues en honor a las caminatas de tardes húmedas y sin índice, A los bocados de ignorancia futura, A las manos en guantes de sorpresa, A los nocturnos de sogas para abrazar, Te pido, con las manos en las cicatrices, Que mandes a llamar a los sicarios, De esos que pagas con besos ocasionales de viernes, Y le presentes el carné al día de llantos sepulcrales, Le grites para que armen la camilla, Bajen los respiradores, Y me acuesten, Por que las capas ya no visten héroes, Los escondites protegen menos que poco, Han disimulado las huidas con carteles de vino viejo, Y las promesas de mundo nuevo son cigarrillos baratos, Que tra

El de negro

El de negro, sigiloso Se me acerca y aclara "No hay boletos" Yo contesto "No hay destino" El insiste "No hay boletos" Cuando grito "No hay camino" El de negro, temeroso Vuelve lento Mira poco Entreojos, ojos rojos Confundido Quema el barco Hunde libros Moja historias Que destiñen Pues los ángeles Se han dormido Entre cartas De madera Que se doblan Y se quiebran Sin astillas Sin abrigos El de negro Ya no vuelve No hay boletos Y hace frío

Debombero

Guardo diarios bajo la cama para inaugurar la fogata que reviente los granos de sal de este amor y restos serán las cenizas y sobras tendrán perfume a domingo (de tarde) cuando el cartero venga a  traernos  la solicitud de cambio de corazón vestido de bombero.

El (Me) Todo

El método consiste en revoluciones pequeñas imberbes y tímidas ajustadas, pisadedos desconocidas, semioscuras caminantes solitarias de vergüenzas fronterizas sin reservas calculadas ni sostén ni andamios. El método avanza sobre letras en piedras, ocultas corazones de planta baja templadas excusas buscapiés huecos repletos de huesos restos óseos de amores con naftalina abrigos generosos de inviernos escuálidos y velorios tardíos de lágrimas de cera. El método evita escribir mensajes en sangrados ocasionales romper los furiosos pinceles caminar la sal de los recuerdos morder marcas de anteriores mordidas y mandar a morir a las brujas. El método consiste, avanza y evita entre caminantes, huesos, abrigos y brujas Qué es un método sino la resistencia organizada ante la dulzura del caos.  

Cierras ventanas

Miras el frente Sacas la mano Sientes el diente Gritas lejano Amas lo inmenso Cierras ventanas Curas lo eterno Pintas manzanas Besas sincero Duermes mañanas Trabas los tratos Mueres de nada En la manada Guían los lobos Tragas el lodo Nadie repara En el remanso De la alborada Es que la siesta Corre asustada No hay verde huida No hay tal coartada Hay quien inventa Cada brazada Hieres la luna Cierras al alba Bebes las tintas Cartas quemadas (el amargo sube la cuesta y) Muere la mano De esta jugada

(Y) Tout le monde

Bailan las serpientes de sangre / Y tout le monde / Se sienta a quemar las pestañas. Vuelan las pestañas de carbón / Y tout le monde / Escupe fuego a los pájaros. Ruedan los pájaros de alas quemadas / Y tout le monde / Contempla cómo su vuelo es final. Tout le monde / Sólo piensa en le monde / Alrededor / De su pequeño / Austero / Engrasado / Paraíso. Aunque / Tout le monde / Son los otros.

El Redactor y el Pibe

Era redactor de avisos fúnebres. Pero de carácter especial: fulminaba a quien nombrase en ellos, en plena vida. Así discurría su tiempo, entre rayos quitavida de tinta de diario. La muerte de la víctima ocurría en el mismo momento en que, publicado el diario, la primer persona tomaba contacto visual con el aviso. El lector fúnebre no sabía que oficiaba de Armagedón para el inocente nombrado en esas líneas. Lectura fatal, veneno en los ojos. Inclusive, en ocasiones en que mandaba a mejor vida a alguien que le caía mal, de esos que se mandan al infierno con ganas, sin tanto plan, impulsivamente,   se paraba al final de la línea de producción en la imprenta y apuraba la lectura ensuciándose las manos con tinta. Lectura rápida, deceso garantizado. Aquel Domingo había disparado contra varios indeseables. El ingreso de un pibe nuevo, de poca experiencia y pariente directo del Gerente, lo tenía nervioso. Le transpiraban las manos. Le había pasado no mas de treinta avisos para que los escr