Para degustar vino, no hay condiciones ni castas ni temperaturas basales. De hecho, ni siquiera es necesario ser humano. Pero, y siempre los hay, se requiere un proceso. Esta es la segunda parte del proceso de Vinomancia: La probación. 9 - El vino se dispensará en copas distintas. Cada asistente debe proveer su copa personal, y asistir con una anotadora, un cuadernillo de apuntes, o una papeleta engrampada, siempre con hojas pares. En todos los casos, la pluma o equivalente será entregada por los organizadores. 10 - En estos casos, el color de la bebida no tiene relevancia. El sabor y el perfume son el cuerpo del difunto a gustar. 11 - El organizador, que no deberá bajo ninguna circunstancia beber, servirá cantidades equivalentes a cada asistente, y dará la orden de beber encendiendo la vela central de la mesa. 12 - Los probadores olerán, beberán, embucharán, escupirán (hasta el momento sólo se conoce un caso en Alicante) e irán, de manera concurrente con la